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ADIVINANZAS DE FRUTAS

Las soluciones están escritas con tinta invisible al pie de cada adivinanza. Para poder verlas tienes que pasar el ratón con el botón izquierdo apretado. Pero antes de leer la respuesta... ¡piensa un poco!


Agua pasa por mi casa,
cate por mi corazón.
El que no lo adivinara,
será un burro cabezón.

Soy amarillo por fuera
lo mismito que por dentro;
ni redondo ni ovalado
y con un hueso en el centro.

Son de color chocolate,
se ablandan con el calor
y si se meten al horno
explotan con gran furor.

La A anda,
la B besa,
la C reza,
¿qué fruta es esa?

Tiene ojos y no ve,
tiene agua y no la bebe,
tiene carne y no la come
tiene barba y no es hombre.

Deseo me traigan un globo
y dentro del globo un trago,
puede venir del desierto
o más fácil, del mercado.

Si tú me quieres comer,
me verás marrón peludo
y no me podrás romper
porque por fuera soy duro.

Tengo duro cascarón,
pulpa blanca
y líquido dulce en mi interior.

Es un fruto colorado,
aunque no es el más carnoso.
Su piel es roja y brillante
y su sabor delicioso.

Yo soy esa,
color de cereza,
que del suelo a la mesa
te doy la sorpresa.

No te digo mi color,
pues me pongo colorada,
gusta mucho mi sabor
cuando me sirven con nata.

Una señorita engominada
de sombrero verde
y blusa colorada.

Me conocen en la guerra,
mi nombre es de capital,
si me pones en la mesa
seguro que he de gustar.

En Granada hay un convento
y más de mil monjas dentro
con hábito colorado;
cien me como de un bocado.

Una madre con cien hijas
y a todas pone camisas.

Salí de mi casa, pisé una grada,
me giré para atrás y no vi nada.

Fui a la plaza, llamé a una puerta,
salió un perrito, me dijo: gua gua,
salió la criada, me dijo: ya va.

Agrio es su sabor,
bastante dura su piel
y si lo quieres tomar
tendrás que estrujarlo bien.

Somos verdes y amarillas,
también somos coloradas,
es famosa nuestra tarta
y también puedes comernos
sin que estemos cocinadas.

Se dice que soy prohibida
pues ostento el bien y el mal;
sin embargo resulté
del Edén el gran manjar.

A esta fruta se le culpa
y fue cosa del demonio,
pues comieron de su pulpa
los del primer matrimonio.

Amarillo por fuera
amarillo por dentro
y con un corazón en el centro.

Carita sonrosada
de terciopelo,
carne dorada
y dentro: ¡un hueso!

En una casa oscura
había un muerto y un vivo.
El muerto pregunta al vivo: ¿duras?
Y el vivo contesta: no.

Yo soy aquel que nació
para ser acuchillado,
soy, sin estudios, letrado
y de aromático olor.
El que quisiera saber
una cosa de mi nombre,
esta pista le daré:
está en San Bartolomé.

Blanco fue mi nacimiento
colorada mi niñez,
y ahora que voy para vieja
soy más negra cada vez.

Soy redonda como el mundo,
al morir me despedazan;
me reducen a pellejo
y todo el jugo me sacan.

Era un sol en miniatura
y en la hierba la encontré.
Cuando sin piel la dejé,
me fascinó su frescura.

Adivina adivinanza,
¿qué se pela por la panza,
se lleva en bolsas o cestos
y si es verde tú haces gestos?
Ni espero que me lo aciertes
ni espero que me bendigas
y, con un poco de suerte,
espero que me lo digas.

Arca, monarca,
llena de placer;
ningún carpintero
te ha sabido hacer.

Es como algunas cabezas
y lleva dentro un cerebro,
si la divido en dos piezas
y la como, lo celebro.

Del nogal vengo
y en el cuello del hombre me cuelgo.

Una señorita muy arrugadita
con un palito atrás,
pasa tonto, que lo acertarás.

Una vieja arrugadita
que de joven daba vino
y ahora es una frutita.

Campanita, campanera,
blanca por dentro,
verde por fuera,
si no lo adivinas,
piensa y espera.

Blanca por dentro, verde por fuera.
Si quieres que te lo diga espera.

¿Qué es una cosa que espera
en nuestra sangre volverse?
Está verde por afuera
y también suele venderse.

Tiene ojos y no ve,
posee corona y no es rey,
tiene escamas sin ser pez,
¿qué rara cosa ha de ser?

Somos cien hermanitos,
todos muy igualitos
y estamos encerrados
en un globo bonito.

Me pelan de arriba a abajo
quitándome la camisa,
pero si ésta al suelo tiran,
sobreviene una golpiza.

Lleva un abrigo
amarillo y largo.
Si quieres comértelo
tendrás que quitárselo.

No soy de plata,
plata no soy;
ya te he dicho
quién soy.

Oro parece,
plata no es,
el que no lo sepa
un tonto es.

Plata no es lo que tengo,
largo y curvado soy,
de Canarias a veces vengo,
a ver si adivinas quien soy.

Oro no es
plata no es
abre la cortina
y verás lo que es.

Soy la redondez del mundo,
de esperanza estoy vestida
y no hay noche para mí,
porque conmigo está el día.

Verde por fuera
roja por dentro
y con bailarinas en el centro.

A mi me tratan de santa
y traigo conmigo el día,
soy redonda y encarnada
y tengo la sangre fría.

Es santa y no bautizada,
y trae consigo el día,
es muy gorda y colorada
y tiene la sangre fría.

Roja por dentro
verde por fuera,
si te la quieres comer
mucho tendrás que beber.

Soy redonda como el mundo
al morir me despedazan,
me reducen a pellejo
y todo el jugo me sacan

De enana madre nacidas somos,
con agrio sabor,
refrescamos el calor,
mas después de bien crecidas
damos caliente licor.

Si la dejamos se pasa;
si la vendemos se pesa;
si se hace vino se pisa;
si la dejamos se posa.

Una vieja jorobada
tuvo un hijo enredador,
unas hijas muy hermosas
y un nieto predicador.

El sol las madura,
las manos recogen,
el pie las tritura,
la boca las come.

A veces blanquita,
a veces negrita
y siempre bolita.
© El huevo de chocolate

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