(Segunda parte)
Varios años antes Androgeo, hijo de Minos, rey de Creta, había participado en los juegos deportivos de Atenas y había sido el ganador de todas las competiciones. Los sobrinos de Egeo, envidiosos, lo acusaron de conspiración para hacerse con el trono de Atenas y lo asesinaron.
El rey Minos protestó ante los dioses del Olimpo los cuales ordenaron a Atenas que cada nueve años entregara a Creta catorce jóvenes, siete muchachos y siete muchachas, para que sirvieran de alimento al Minotauro, un terrible monstruo con cuerpo de hombre y cabeza de toro que había nacido de Pásifae, esposa de Minos y un toro que Poseidón habia regalado a Minos. El Minotaruro estaba encerrado en un laberinto que había construido el arquitecto Dédalo.
Teseo para acabar con el Minotauro decidió ser uno de los siete muchachos que se entregarían al Minotauro. En un barco de velas negras se dirigieron a la isla de Creta. Egeo había ordenado que llevaran también velas blancas y le había dicho a Teseo:
- Si logras derrotar al Minotauro iza las velas blancas en el viaje de regreso, así sabré que has vencido.
Teseo llegó a Creta y fue llevado junto a los otros jóvenes al laberinto. Ariadna, la hija de Minos, se enamoró de Teseo, y para ayudarle le dio un ovillo de hilo para que atara un extremo en la entrada del laberinto y pudiera encontrar la salida. Ariadna le hizo prometer a Teseo que la llevaría a Atenas y se casaría con élla.
Teseo logró matar al Minotauro y salvó a todos sus compañeros. Después se escaparon con Ariadna. Pararon en la isla de Naxos donde Teseo abandonó a Ariadna que se quedó con el dios Dioniso.
Estaban tan contentos de haberse salvado que olvidaron cambiar las velas negras por las blancas. Egeo estaba esperando en las costas de Grecia y divisó el barco a lo lejos con las velas negras, pensó que su hijo había muerto y se arrojó al mar ahogándose, desde entonces ese mar se denomina Mar Egeo. Teseo fue nombrado rey y gobernó con gran sabiduría hasta el final de sus días.