Sofía López Leiva
(11 años, San Antonio de Chile)
¡Oh! todavía recuerdo
esos hermosos brazos
que me sostenían
cuando era pequeña.
¡Oh! esas palabras
que me decías
cuando tenía miedo
a la extensa oscuridad.
Esos hermosos recuerdos
que todavía me quedan,
esas tiernas palabras,
ese aroma tan dulce.
Ese amor que tú me das,
un amor que no acepté.
¡Oh! verdaderamente
soy una ilusa, te alejaste
y me derrumbé.
Estas lágrimas
todavía siguen cayendo;
me gustaría decirte
que siempre te he amado,
mi querida madre.
Emiliano Hernánez
Tú eres una gran mamá,
que por mi haces todo lo que puedes,
con tus consejos sé que voy a triunfar,
me ayudas mucho más de lo que debes.
Eres la mejor mamá del universo,
tú sabes muy bien que yo, mucho te quiero,
y aunque estos solo te parezcan versos y versos,
expresan que mi amor por ti llega hasta el cielo.
Este día de las madres quiero decirte,
que siempre con amor voy a recibirte,
por ser mi madre adoradita y queridita,
que cada día está más bonita.
Mami, me tardé mucho en escribir este poema,
te quiero aunque a veces cause problemas,
pero lo que importa es que disfrutes este día,
y que lo hagas con mucha alegría.
Morelia. 10 años. Lima, Perú.
Una rosa cayo del cielo
mamita la recogió
se la puso en su cabello
y qué bonito le quedó.
Lydia Godoy Osorio
Eres bonita,
eres hermosa
como el rojo rostro
de una rosa,
tus ojos brillan
como dos soles,
son como mariposas
de mil colores.
Jesica Kristine Hayes Bernhard, 12 años
Para ti esta rosa.
Aunque no es la más preciosa
te la doy con mucho amor
para que me quieras sin temor.
La rosa
una bella flor
es mi corazón.
Delicada,
perfumada
con un bello color.
Me calienta el alma
con un fuego acogedor.
Tú, mamá,
siempre estarás,
y tendrás,
mi corazón.
¡Yo soy esa rosa
que necesita de tu cuidado
y bello cariño!
Angie Maria Badillo Alvizo
(10 Años; Cd. Mante Tamps, México)
Te dedico este poemita
por que tú eres la mas bonita,
tú eres una cosa
más bonita que una rosa,
tú eres más que una princesa
pues para mi tú eres una belleza,
tus hermanas te quieren
y tambien tu mamá,
pero nadie más te quiere
como mi amor por ti en verdad,
te hago cartitas
y tambien hicimos una canción,
te dedico este poema
porque no sé cómo expresar mi amor,
te quiero, te amo
y doy la vida por ti,
tú quedate aquí
viviendo feliz.
Juan Guinea Díaz
Le regalo a mi mamá
una sonrisa de plata
que es la que alumbra mi cara
cuando de noche me tapa.
Le regalo a mi mamá
una caperuza roja
por contarme tantas veces
el cuento que se me antoja.
Le regalo a mi mamá
una colonia fresquita
por no soltarme la mano
cuando me duele la tripa.
Le regalo a mi mamá
una armadura amarilla
que la proteja del monstruo
que espanta en mis pesadillas.
Le regalo a mi mamá
el lenguaje de los duendes
por entender lo que digo
cuando nadie más lo entiende.
Le regalo a mi mamá
una chistera de mago
en la que quepan mis besos
envueltos para regalo.
Verónica Bonfiglio Zanelli
10 años, Uruguay.
¡Qué azul es el cielo!
¡Qué blanca es la arena!
¡Qué linda es mi madre,
tan dulce y tan buena!
Lucía Olmedo, 9 años
A mi madre
Bello es lo bello
igual que tú
que tú y la rosa
y el paspartú.
Lucía Olmedo, 9 años
Me dio la vida,
me dio su amor,
y yo se lo pago
con mi corazón.
Ella es muy linda
Ella es mi madre
Ella es la estrella
que mi camino abre.
José Martí
Madre del alma, madre querida,
son tus natales, quiero cantar;
porque mi alma, de amor henchida,
aunque muy joven, nunca se olvida
de la que vida me hubo de dar.
Pasan los años, vuelan las horas
que yo a tu lado no siento ir,
por tus caricias arrobadoras
y las miradas tan seductoras
que hacen mi pecho fuerte latir.
A Dios yo pido constantemente
para mis padres vida inmortal;
porque es muy grato, sobre la frente
sentir el roce de un beso ardiente
que de otra boca nunca es igual.
Gabriela Mistral
Madre, madre, tú me besas
pero yo te beso más
y el enjambre de mis besos
no te deja ni mirar...
Si la abeja se entra al lirio,
no se siente su aletear.
Cuando escondes a tu hijito
ni se le oye respirar...
Yo te miro, yo te miro
sin cansarme de mirar,
y qué lindo niño veo
a tus ojos asomar...
El estanque copia todo
lo que tú mirando estás;
pero tú en las niñas tienes
a tu hijo y nada más.
Los ojitos que me diste
me los tengo de gastar
en seguirte por los valles,
por el cielo y por el mar...
José Luis García Guillermo
Camila Cardozo Rodríguez,
Argentina, 10 años
Para mamá
Cada día mamá
está más linda.
Cada día
la quiero más.
Al otro día
la extraño más.
Es por eso
que cada día
con mamá
vale más.
Kevin Piña Alor
Quién subiera tan alto como la luna
para ver las estrellas una por una
y escoger entre ellas la más bonita
para alumbrar el cuarto de mi mamita.
Gladis Arely Nuñez Gomez
La risa de mi madre es alegre,
la risa de mi madre es bella,
la risa de mi madre es hermosa,
y mil cosas más todavÍa
te podria decir en esta carta,
a pesar de todo, tú eres mi mamá
tú eres mi mami, tú eres mi mamita
y seguiremos juntas hija con mamá.
Leonor Leiva Abarca (Chile)
Mamá dame un besito
para que me vaya bien.
Quiero ganarme un lucerito
y una estrellita también.
Mamita si en la escuela
te recuerdo a cada rato
es porque eres buena
y yo te quiero tanto.
Me diste la vida
me regalas tu amor.
Como hoy es tu día
te doy mi corazón.
Valeria Cartes, 9 años
Mamita querida, tú eres la más linda,
tú eres lo mejor que ha pasado en mi vida,
te deseo muchas flores en tu dia,
y por eso te digo: ¡feliz dia, mamita!
Ellisyem Díaz Méndez,
10 años de edad, Venezuela.
Como la vida es un regalo, un regalo para todos
aquellos que amamos, y disfrutamos de nosotros,
¿por qué la vida es tan dulce como amarga?
si cada vez que paseamos con un ser querido
disfrutamos en todo sentido,
no seria justo que cada día fuera amargado,
pero la dulzura no siempre es buena,
a veces necesitamos de alguien
que nos amargue el día,
en un buen sentido de la palabra.
Muchas veces la vida nos engaña,
enamora y nos complace,
pero yo por lo menos quisiera,
sólo por un día,
que la vida que tengo no fuera mía,
claro me encanta esta vida,
sólo digo que esta vida que tengo
algún día se la quisiera dar a mi madre
para que algún día,
cuando le llegara la hora de partir,
pudiera un rato más vivir.
Ana Geraldine Monagas Di Modugno,
8 años, Valle de la Pascua, Venezuela.
Madre mía, madre de mi corazón
sin ti me muero y me quedo sin amor.
Con este amor que me das
yo me siento protegida,
me siento feliz de estar en tu vida.
Cuando tú me traes regalos
yo me siento muy feliz
y aunque no me los trajeras
yo te querré siempre así.
Eugenio Pascual García
Sólo te traigo una flor
que ayer cogí en la pradera.
Esta noche se secó.
Te la traigo aquí, ¡ya muerta!
Son las cosas de la vida,
Hoy venimos y mañana volveremos a la senda,
ayer hermosa, hoy marchita.
¡No te importe como estás! A mí me gustas así, cansada y vieja...
Pues así te quiero yo
Y te quiero por ser fea,
pues sé que fea es mi madre
aunque en otro tiempo fue bella.
Te quiero con los ojos cansados,
cansados de tanta pena,
con tus manos gordezuelas y rugosas
que han soportado calor, frío, tormentas, para que yo comiera
Y tus piernas que han andado millas,...
¡ahora reumáticas!, infatigable viajera,
y todo para mí, por mí,
¡para que yo viviera!
Te mereces la flor lozana,
la mejor de la pradera
la que floreció dichosa
para que yo te la diera.
Dios que es justo, que todo lo ve y lo puede
te dé la gloria del cielo cuando vuelvas a la tierra.
Olegario Víctor Andrade
Ven para acá, me dijo dulcemente
mi madre cierto día.
(Aún parece que escucho en el ambiente
de su voz la dulce melodía)
- Ven y dime qué causas tan extrañas
te arrancan esa lágrima, hijo mío,
que cuelga de tus trémulas pestañas
como gota cuajada de rocío.
Tú tienes una pena y me la ocultas;
¿no sabes que la madre más sencilla
sabe leer en el alma de sus hijos
como tú en la cartilla?
¿Quieres que te adivine lo que sientes?
ven acá pilluelo,
que con un par de besos en la frente
disiparé las nubes de tu cielo.
Yo prorrumpí a llorar. Nada le dije.
- La causa de mis lagrimas ignoro,
¡pero de vez en cuando se me oprime
el corazón y lloro!...
Ella inclinó la frente pensativa,
se turbó su pupila,
y enjugando sus ojos y los míos,
me dijo más tranquila:
- Llama siempre a tu madre cuando sufras,
que vendrá muerta o viva;
si está en el mundo, a compartir tus penas;
y si no, a consolarte desde arriba.
Y lo hago así cuando la suerte ruda,
como hoy, perturba de mi hogar la calma,
invoco el nombre de mi madre amada,
¡y entonces siento que se me ensancha el alma!
Francisca Soler Guerrero, 9 años.
Valparaiso, Chile.
para mi mamá
Sin ti yo me muero,
sin ti yo no estoy.
Madre mía
tú eres mi corazón.
(Enviada por Mª Ángeles del Pozo)
Venga la risa a la casa,
huya de la casa el llanto,
hoy me ha dicho un angelito
Madre mía que es tu santo
y te voy a regalar
una cosa que he pensado.
Ser más buena cada día
hacerte bien los recados
estudiar, ser obediente
y hacerte feliz en pago
de todo lo que trabajas
en la casa sin descanso.
Aunque yo soy muy pequeña
me doy cuenta del trabajo.
Hoy es día de la Madre
mira como bailo y canto
porque bajaron los ángeles
a decirme que es tu santo.
Juan Ramón Jiménez
Te digo, al llegar, madre
que tú eres como el mar;
que aunque las olas
de tus años se cambien y te muden,
siempre es igual tu sitio
al paso de mi alma.
No es preciso medida
ni cálculo para el señalamiento
de ese cielo total
el color, hora única,
la luz de tu poniente,
te sitúan oh madre! entre las olas,
conocida y eterna en su mudanza.