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ROMANCES PARA NIÑOS

ROMANCE DE LA DONCELLA GUERRERA

(Anónimo)

A un capitán sevillano
siete hijas le dio Dios
y tuvo la mala suerte
que ninguno fue varón.

Un día la más pequeña
le cayó la inclinación
de que se fuera a la guerra
vestidita de varón.

- Hija, no vayas, no vayas,
que te van a conocer,
llevas el pelo muy largo
y dirán que eres mujer.

- Padre, si lo llevo largo,
padre, córtemelo usted
que con el pelo cortado
un varón pareceré.

Siete años en la guerra
y nadie la conoció.
Un día al subir al caballo
la espada se le cayó
y en vez de decir maldito,
dijo, ¡maldita sea yo!

El rey que la estaba oyendo
a palacio la llevó;
arreglaron los papeles
y con ella se casó.
Aquí se acaba la historia
de la niña y el varón.

La doncella guerrera. Joaquín Díaz

En Sevilla a un sevillano
siete hijas le dio Dios,
todas siete fueron hembras
y ninguna fue varón.

A la más chiquita de ellas
le llevó la inclinación
de ir a servir a la guerra
vestidita de varón.

Al montar en el caballo
la espada se le cayó;
por decir, maldita sea,
dijo: maldita sea yo.

El Rey que la estaba oyendo,
de amores se cautivó.
-Madre los ojos de Marcos
son de hembra, no de varón.
-Convídala tú, hijo mío,
a los rios a nadar,
que si ella fuese hembra
no se querrá desnudar.

Toditos los caballeros
se empiezan a desnudar,
y el caballero Don Marcos
se ha retirado a llorar.

-¿Por qué llora Vd. Don Marcos?
-Porque debo de llorar,
por un falso testimonio
que me quieren levantar.

-No llores alma querida
no llores mi corazón,
que eso que tú tanto sientes,
eso lo deseo yo.

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