Entra el estudioso,
nunca el holgazán,
va buscando libros
que allí encontrará.
(La biblioteca)
Niños y niñas
con sus profesores,
pupitres y sillas,
pizarras y flores,
libros y cuadernos,
tizas, borradores,
muchos lapiceros
de varios colores.
Allí tu vas.
¿Lo adivinarás?
(El colegio)
A ti acudo,
en ti maduro,
trabajo y estudio
para el futuro.
(El colegio)
Abierta siempre estoy
para todos los niños.
Cerrada y triste me quedo
los domingos.
(La escuela)
Un valiente domador
que tiene la intrepidez
de enseñar a la niñez.
(El maestro)
En un rincón de la clase,
dónde yo estoy colocada,
acudes con los papeles
que no te sirven de nada.
(La papelera)
Almacén de historias rotas
dicen muchos que yo soy
y en colegios y oficinas
por los rincones estoy.
(La papelera)
Muy a menudo la ves,
piensa un poco con astucia,
cuando está negra, está limpia,
cuando está blanca, está sucia.
(La pizarra)
Colgada en la pared me tienen
y con la tiza me hieren.
(La pizarra)
Todos me buscan
para descansar.
Si ya te lo he dicho
no lo pienses más.
(La silla)
Cuatro patas tiene,
así como asiento;
de ella me levanto
y en ella me siento.
(La silla)
Con patas y espalda,
no se mueve ni anda.
(La silla)
Una dama blanca,
por un campo negro,
anda que te anda
y el campo se llena
de blancas pisadas.
(La tiza y la pizarra)