La ciudad de Santiago de Compostela, situada en la provincia de La Coruña (Galicia), es uno de los tres más importantes núcleos de peregrinación cristiana, junto con Jerusalén y Roma.
En Santiago confluyen todos las rutas que, a través del Camino de Santiago, recorren los peregrinos de toda Europa para rezar al Apóstol Santiago el Mayor, cuya tumba es custodiada en la Catedral de Santiago de Compostela.
Además, Santiago de Compostela es la capital de la Comunidad Autónoma de Galicia y es sede del Gobierno autónomo gallego (Xunta de Galicia) y del Parlamento.
La ciudad antigua fue declarada «Ciudad cultural Patrimonio de la Humanidad» por la Unesco en 1985.
Las piedras de Santiago ocultan en sus rincones retazos de la tradición cristiana que merece la pena descubrir.
En la «Rúa do Franco», emblemática calle situada a escasos metros de la Catedral, se encuentra una Fuente a la que se atribuyen propiedades milagrosas. Entre otros milagros se cuenta la curación de la ceguera del italiano San Franco de Siena en el siglo XIII, que dio nombre a la calle.
Franco de Siena llevaba una vida dedicada al pillaje y al juego. Se fingía ciego o lisiado para pedir asilo y robar posadas y casas. En cierta ocasión jugando a las cartas y no teniendo nada que apostar, dijo: «¿Hay quien quiera jugarse mis ojos?, porque no creo en quien los hizo». Dicho esto perdió la vista en el acto. Franco se arrepintió de su vida pasada y comenzó una vida de penitencia. A pesar de su ceguera fue en peregrinación a Santiago donde recobró la vista al sumergir la cabeza en la Fuente milagrosa situada en la calle que lleva su nombre.
A su lado se encuentra una Capilla con una imagen de Santiago peregrino en la que los peregrinos rezaban y escuchaban misa cuando llegaban a Santiago.
EsteTemplo está situado en el robledal («carballeira») de Santa Susana situado en una colina del Parque de la Alameda (Rúa do Campiño da Ferradura). La Iglesia fue fundada el año 1102 por el arzobispo Diego Gelmírez, para albergar las reliquias de la mártir Santa Susana, traídas desde Portugal. Esta santa generó tanta devoción que se convirtió en la copatrona de la ciudad. Con el tiempo sus restos se trasladaron a la Catedral.
Es la única Iglesia de España dedicada a la madre del Apostol y de San Juan Evangelista. Se encuentra en la rúa Nova.
Situada en una pequeña plaza entre la Facultad de Historia y la Plaza de Abastos, esta Iglesia se construyó en el lugar donde vivía el ermitaño Pelayo («Paio») que fue el primero en ver las luces que señalaban el lugar donde se encontraba la tumba del Apostol.