¿Quieres que te cuente un cuento?
Pues aquí tienes un ciento.
Ricardo Gil (1855-1908)
Un cuento me pides, claro se adivina
en tus grandes ojos al mirarme atentos.
¿Va de cuento? Vaya. Será mi heroína
la princesa rubia de los rancios cuentos.
La princesa rubia de ojos parecidos
a los tuyos, Laura, grandes, pensadores,
que daba sus joyas a los desvalidos
y se alimentaba con jugo de flores...