¿Quieres que te cuente un cuento?
Pues aquí tienes un ciento.
Mercedes Calles
(Para mi sobrina Raquel González)
Este era un zapato
risueño y feliz.
Gran boca tenia,
pero no nariz.
Seis ojos pequeños
y oreja sutil.
Vivía en una caja
soñaba con salir.
Le gustaba la calle
y los montes sin fin.
Saltaba y corría
de allá para aquí.
Las gotas de lluvia
le hacían reír.
Usábale un mozuelo
fortachón y juvenil.
Al limpiarlo con cepillo
le hacía hacer ¡a... chís!
Un día el mozo creció
y el pobre zapato
algo viejo se quedó.
Una mano, amable
en una bolsa lo metió.
Estaba indeciso, confuso...
mas pronto, alguien lo sacó.
Viejo y sucio corría
feliz en un nuevo pie.
Nunca nada le dolía,
su boca siempre riendo,
sus ojos siempre contentos,
su oído siempre atento.
Trotando de un lado a otro
hasta el final de sus días.
Roto, solo y recordando
que hizo feliz a muchos.
Tal vez a ti.
También a mí.