Es un juego en el que unos niños se esconden y otro niño tiene que buscar a los que se han escondido. Antes de comenzar se delimita la zona donde se va a jugar y se sortea para ver quien se la queda (ver retahílas para sortear juegos).
Se señala un sitio, que se denomina «madre» o «barrera», en una pared, una columna, una acera, un árbol, etc. que servirá de lugar de referencia para el juego. Cuando en lugar de un sitio es un objeto, generalmente una piedra, se denomina «maya».
Mientras todos los jugadores se esconden, el niño que se la queda se sitúa en
la «madre» y con los ojos tapados comienza a contar hasta la cifra que se haya convenido previamente (cincuenta o cien) o bien recita alguna de las siguientes retahílas:
Madre e hija
van a misa,
madre e hija
han de volver.
Mientras ellas
van y vuelven
cuento yo
las dieciséis.
Pin, pin, saramacatín,
vino la pollita
con su sabanita,
sábana redonda
que te pille, que te esconda,
que te vayas a esconder,
detrás de la puerta de San Miguel.
Cuando el niño que se la queda termina de contar, dirá en voz alta, para que todos le oigan: «El que no se haya escondido tiempo ha tenido», o bien «Ronda, ronda, el que no se haya escondido que se esconda, y si no, que responda».
A partir de este momento comienza a buscar a los jugadores escondidos.
Si descubre a algún niño tiene que correr hasta la «madre» y decir: «Por... (el nombre del niño que ha visto)». Pero si el niño que ha visto llega antes a la «madre» se salva diciendo «por mí».
Si el que se la queda confunde a un jugador con otro, el que estaba escondido grita:
«¡Has roto olla!» y todos los jugadores salen de sus escondites y el juego se repite.
Los niños escondidos deben aprovechar los momentos en los que el que se la queda se aleja de la «madre» para correr hacia ese punto y salvarse también.
El último niño escondido puede salvar a todos si consigue llegar hasta la «madre» antes que el niño que se la queda y decir: «Por todos mis compañeros y por mí primero».
Si se salvan todos los niños el juego se repite y se la queda otra vez el mismo niño. En caso de que el que se la queda haya descubierto a varios jugadores se la queda el primero en haber sido visto.
El juego del escondite es muy popular, por eso, se le conoce de muchas formas según las regiones y países: aleleví, dormirlas, escondecucas (Aragón, España), escondidas (Hispanoamérica), escondidos (Perú), gárboli (Cuba), gárgaro (Venezuela), maya (Álava, España), orí, rey misto, etc.
aleleví u orí
Es el grito con el que los niños que se han escondido avisan al que se la queda que puede salir a buscarlos.
barrera o madre o maya
Sitio donde se sitúa el que se la queda y donde los participantes tienen que llegar para salvarse.