Se traza en el suelo una línea recta.
Los niños participantes, de uno en uno, con los ojos vendados, caminan hacia atrás en dirección a la raya. Los demás pueden decirle cosas para despistarlo.
Cuando el niño crea que ha llegado a la raya se para y se hace una señal en ese punto.
Ganará el niño que se acerque más a la raya. Si algún niño se pasa de la raya pierde.