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ROMANCES PARA NIÑOS

ROMANCE DE LA LOBA PARDA

Estando yo en la mi choza,
pintando la mi cayada,
las cabrillas altas iban
y la luna rebajada;
mal barruntan las ovejas,
no paran en la majada.

Vide venir siete lobos
por una oscura cañada,
venían echando suertes
cuál entrará a la majada;

le tocó a una loba vieja
patituerta, cana y parda,
que tenía los colmillos
como puntas de navaja.

Dio tres vueltas al redil
y no pudo sacar nada;
a la otra vuelta que dio,
sacó la borrega blanca,
hija de la oveja churra,
nieta de la orejisana,
la que tenían mis amos
para el Domingo de Pascua.

-¡Acá mis siete cachorros,
acá perra trujillana,
acá perro el de los hierros,
a correr la loba parda!
Si me cobráis la borrega,
cenaréis leche y hogaza;
y si no me la cobráis,
cenaréis de mi cayada.

Los perros tras de la loba,
las uñas se esmigajaban;
la corrieron siete leguas
por unas tierras aradas.

Al subir un cotarrillo
la loba ya va cansada:
-Tomad perros la borrega
sana y buena como estaba.

-No queremos la borrega
de tu boca alobadada,
que queremos tu pellejo
pa' el pastor una zamarra;
el rabo para correas,
para atacarse las bragas;
de la cabeza un zurrón,
para meter las cucharas;
las tripas para vihuelas,
para que bailen las damas.

Romance pastoril de Extremadura desde donde los pastores trashumantes lo propagaron por ambas Castillas.

Romance de La Loba Parda. Alalumbre Folk


Romance de La Loba Parda. Joaquín Díaz

Estando yo en la mi choza
pintando la mi cayada,
las estrellas altas iban
y la luna rebajada;
mal barruntan las ovejas,
no paran en la majada.

Vide venir siete lobos
por una oscura cañada,
venían echando suertes,
a ver a quién le tocaba;

le tocó a una loba vieja,
patituerta, cana y parda,
que tenía los colmillos
como puntas de navaja.

¿Dónde vas loba maldita,
dónde vas loba malvada?
-Voy por la mejor borrega
que tengas en la majada;
Dio tres vueltas al redil
y no pudo sacar nada
y a la otra vuelta que dio,
sacó una cordera blanca,

-¡Aquí, mis siete cachorros,
arriba perra guardiana
que, si me matáis la loba,
la cena tenéis doblada,
y, si no me la matáis,
cenaréis de mi cayada.

Los perros tras de la loba
las uñas se esmigajaban;
siete leguas la corrieron
por vegas y por montañas.

Al subir un alto cerro,
por una sierra muy agria,
le dan unos pechugones,
que en vilo la levantaban.
Al saltar un arroyuelo,
la loba ya va cansada.
-¡Tomad, perros, la borrega,
buena y sana, como estaba!

-No queremos la borrega,
de tu boca alobadada,
que queremos tu pelleja
pa' el pastor una zamarra;
de tu cabeza un zurrón,
para guardar las cucharas;
de tus orejas pendientes
y de tus patas polainas
las tripas, para vihuelas
para que bailen las damas.

© El huevo de chocolate


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