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Ulises, rey de Itaca.

LA ODISEA

(Viajes de Ulises)

Viaje al Hades

Ulises y sus hombres decidieron continuar el viaje de regreso a Itaca.
Circe les dijo que antes tenían que ir al Hades para que el adivino Tiresias de Tebas les aconsejara sobre lo que tenían que hacer.
Viajaron en su barco al Hades y ofrendaron un cordero y una oveja negra al adivino, que le dijo a Ulises:
- Hay un dios que está haciendo penoso tu viaje de vuelta por haber cegado a su hijo. Pasarás por la isla Tinacria donde pacen las vacas y ovejas del dios Sol, debes respetarlas, si les causas algún daño perderás tu barco y a todos tus compañeros.


Los consejos de Circe

Volvieron a la isla Eea y la maga Circe se reunió con Ulises para ayudarle en el viaje de vuelta. Circe le dijo a Ulises:
- Primero pasarás junto a la costa de las tres sirenas. Cuando los marineros oyen su dulce canto, quedan hechizados, se sumergen en el mar y no vuelven jamás. Deberás tapar los oídos de tus hombres con cera y ordenar que te aten al mástil de tu barco para así poder oír sus canciones sin peligro.
- Después tu barco debe pasar por un lugar muy peligroso entre dos escollos. A un lado vive la divina Caribdis que tres veces al día absorbe las aguas del mar y otras tres veces las vomita y al otro la terrible Escila monstruo de doce patas y seis cabezas con seis larguísimos cuellos. Para pasar deberás arrimarte al escollo de Escila que te arrebatará seis de tus compañeros, pero es la única posibilidad de salvar el barco y al resto de tus hombres.
- Luego llegaréis a la isla del Tridente donde pacen los rebaños del dios Sol, debes respetarlos porque de lo contrario perderás tu barco y a todos tus compañeros.


Las tres sirenas cantan a Ulises.
Las sirenas

Emprendieron el viaje y llegaron a la costa de las sirenas. Ulises tapó con cera los oídos de sus hombres y les ordenó que lo ataran al mástil.

Las tres sirenas cantan a Ulises. Cuando vieron el barco, las tres sirenas, Parténope, Leucosia y Ligia, cantaron tan dulcemente que Ulises suplicó a sus hombres que lo soltaran. Pero los compañeros de Ulises remaron con fuerza y se alejaron de la costa.
Las tres sirenas se suicidaron porque no pudieron atraer a Ulises. En el lugar donde fue enterrada Parténope se fundó más tarde la ciudad de Nápoles.

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© Francisco J. Briz Hidalgo
Todos los textos pertenecen al libro «Mitología para niños» de Francisco J. Briz Hidalgo que tiene los derechos de autor reservados y no pueden ser reproducidos, ni parcial ni totalmente, sin autorización previa de su autor.

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