Una niña ñoña
hacía muchas ñoñerías,
porque la niña añoraba
los moños del otro día.
Pablito clavó un clavito
en la calva de un calvito.
En la calva de un calvito,
un clavito clavó Pablito.
Tres trapecios, temprano,
fueron puestos en la arena,
para tres tempraneros trapecistas.
Fulano, mengano y zutano
compran butano
con la moneda en la mano.
Ombligo obligado,
obligo ombligado,
ombligo y obligo,
por uno y otro lado.
Roberto robó relojes,
irrumpiendo en el salón,
irreverente y resoluto,
relojes Roberto robó.
El carro de mi tía
no hay quien lo mueva
porque le han robado
las cuatro ruedas.
Charo echa chistes,
Chema chafa chapas,
Chelo tiene chicos,
Chirimoyo chocheaba.
El volcán de Parangaricutirimicuaro se quiere desparangaricutirimicusar,
el desparangaricutirimicusador que lo desparangaricutirimicuse,
buen desparangaricutirimicusador será.
(Enviado por Karla Patricia Romo)
Azul a su lado,
a su lado azul,
es manta o es manto
de tela o de tul.
Un dragón madrugador
se levanta de madrugada.
¡Chico!, ¡cómo me choca lo de los checos!
¡Qué ingenuo eres Eugenio!
Rasquín era un rascón
que rascaba en una risca,
con un tosco rasca risca rascador,
rasca que rasca acabó con el risco,
rasca la risca, rascó un rincón.
Perejil comí,
perejil cené
y de tanto comer perejil
me emperejilé.
(Enviado por Fabiola Estévez de Alcorcón, Madrid, España).
Pancha plancha con ocho planchas,
¿Con cuántas planchas plancha Pancha?
Barre con la escoba boba
y no barras con la vara,
que la vara no es escoba.
Pancho Panza
compra y plancha
pantalones para Pancha.
Y le dice Pancha Panza:
- ¿Qué estás planchando, Pancho?
Y Pancho Panza responde:
- Pantalones compro
y pantalones plancho, Pancha.
Cuca, cuca, cucaracha.
Cuca, cuca, ¿dónde vas?
Voy buscando a Nico, Nico,
a mi amigo Nicolás.
Cuca, cuca, cucaracha.
En mi casa no entrarás,
porque pasas mucho tiempo
entre sucia suciedad.
Yaya y yayo yo llamo.
Yo ya he llamado a mi yaya,
yo ya he llamado a mi yayo,
yaya y yayo llamo yo.
Para ahorrar arroz
arregla el arroz de ayer;
arregla el arroz de ayer
y ahorrarás arroz.
Amigo, lo que te digo,
lo escuché muy mal en Vigo,
por eso te digo, amigo,
no escuches lo que te digo.
Al acecho en el helecho,
está el lechón en su lecho.